Hotel Sonnhof Radstadt

Reseña de un crítico de hotel

Este pasado diciembre tuve la suerte de alojarme en Sonnhof durante la Navidad, y la experiencia fue, sin duda, encantadora. La llegada en moto a través de paisajes montañosos fue un verdadero placer, y el hotel cuenta con un aparcamiento cómodo que me permitió dejar mis inquietudes fuera. La anfitriona, Beata, es un verdadero tesoro; su calidez y amabilidad hicieron que cada momento en el hotel se sintiera como en casa. Las habitaciones son un oasis de tranquilidad, equipadas con todo lo necesario, incluidas comodidades modernas como el aire acondicionado y una televisión de pantalla plana. Lo mejor es sin duda la vista desde el balcón, que se extiende hacia las impresionantes montañas. A primera hora de la mañana, disfrutamos de un desayuno continental que Beata prepara con esmero, perfecto para comenzar un día de exploración y senderismo. El entorno invita a actividades como el senderismo y el esquí, ideal para aquellos que buscan una escapada activa. Recomiendo encarecidamente seguir el consejo de Beata y subir un poco más por la montaña: la panorámica desde arriba es simplemente espectacular. Sin duda, Sonnhof es un lugar donde la hospitalidad y la belleza natural se entrelazan, creandouna experiencia memorable para cualquier amante de la buena vida.